Por primera vez en la liga de las estrellas de Vall Parc el partido terminó sin que pudiera darse por finalizado, si bien es cierto que la pareja Alfred-McAlex disfrutaba de una franca ventaja para adjudicarse los tres puntos, con un 5-2 en el marcador del segundo set.
La culpa de este no final de partido la tuvo un primer set primoroso que pasará a los anales de la historia de esta liga y si me apuran de este nuestro nuevo deporte. Se agotan los adjetivos para calificar la batalla épica de ayer: La lucha, la entrega y la calidad que exhibieron unos y otros en la primera manga configura un manual de cómo es este deporte y como se debe jugar. El resultado lo dice todo. 10-8 en el tie break.
De todos es conocido el potencial de la pareja Alfred – McAlex. Físico, técnica, táctica y tesón, prácticamente no hay fisuras en su juego. Mucha más incertidumbre despertaba el rendimiento de la nueva pareja Uri-Stephan Ed berg. Sin prácticamente conocerse ni haber entrenado juntos saltaron a la cancha sin más argumentos que las ganas y la ilusión, y aún así ofrecieron un gran espectáculo, basado en un portentoso juego en la red de los dos componentes del equipo. El primer set podía haberse decantado de cualquier lado, con set balls para todos, pero al final, cual película de woody allen, el resultado depende de mínimos detalles, y de todos es conocido que Alfred-McAlex cuidan todos los aspectos del juego hasta el más mínimo pormenor.
El segundo set fue ya una simple anécdota inacabada. El comité de competición reunido con carácter de urgencia este sábado deberá tomar cartas en el asunto. Está en juego la honorabilidad de una liga que lucha por hacerse un hueco entre las grandes. Una decisión tomada en falso podría tirar por el suelo los esfuerzos de muchos por hacer de este deporte un referente en espectáculo y caballerosidad.
Eduard Besa
31.10.2008
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