Eduardberg & Berni Robredo 12
Marc Connors & Ignasi Santana 10
Podría empezar mi crónica de la semana con un recital de tópicos que intentarían explicar con más o menos acierto lo acontecido ayer en la montaña de la ciudad condal, pero les puedo asegurar que, en ningún caso, me veo capaz de decribir la cara de tontos que se les quedaron a unos y la amplitud de pecho con la que se fueron los otros.
El partido fue espectacular, ofensivo, intenso, talentoso, lleno de alternativas en el marcador y puntos de bellísima factura, pero el final, mal que pese a algunos, se cebó demasiado con la pareja rebelación del campeonato, el roockie Ignasi Santana y el polifacético Marc Connors al que, desde ayer, le urge encontrar su propia identidad.
Mi colega Segurola les ha narrado con objetividad y precisión el partido, de modo que me centraré en lo que ustedes demandan, el "uno x uno":
- Berni Robredo: el cerrojo. El vigente campeón del torneo sigue con fuerza esta temporada y envía un serio mensaje a sus competidores más directos por el título, "quien quiera arrebatarme esta liga deberá sudar sangre". No sabemos si ya ha empezado a recoger los frutos de los entrenamientos a puerta cerrada, pero ayer se vieron algunos cambios en relación a su campaña anterior, empezando por un servicio prodigioso que incomodó a sus rivales durante todo el match.
- Eduardberg: colosal. La muñeca de seda del campeonato, dejó atrás su fama de "bluf" y tiró del carro como nunca y cuando peor pintaban las cosas. Sorprendentemente errático desde el fondo, su juego en la red es de manual y su ya conocido golpeo de revés hizo que el público se cegara con los flashes de las cámaras de los medios de comunicación.
- Ignasi Santana: la revelación. Este jugador está pagando el duro precio que supone la mala suerte este inicio de campeonato. Lo tuvo, lo tuvieron, cerca, muy cerca, demasiado cerca, tanto, que se quemó, se quemaron. Su agresivo smash hizo daño pero tiene que pulir detalles para seguir en la élite: el servicio, su asignatura pendiente. El resto, vendrá sólo, talento le sobra.
- Marc Connors: No definitivo. Tuvo el partido una y mil veces, pero nunca supo rematar la faena, así le va, en el pádel y en la vida. La eterna promesa se hace mayor y se le empiezan a acumular las tareas pendientes, sobretodo, la volea. Gran servicio y velocidad de piernas, nada que no sepamos ya, pero su falta de punch delante lo ccnvierten en un jugador mediocre al que parece que le empieza a gustar esto de terminar los partidos con cara de tonto.
Butanito García
07.10.2011
PD: Ignasi Santana se llevó a su pareja Marc Connors al frankfurt de la Vila de Gràcia para recuperar el ánimo: con una exquisita hamburguesa con cebolla y salsa mágica la noche terminó mejor de lo esperado...
El diario Marca prepara una edición especial de su colección "partidos de leyenda" para este fin de semana. Corran a sus quioscos, difilmente se repetirá un partido como el de ayer en la central.
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