Cruel desenlace...

Eduarberg & Àlex Mc Sainz 7 (9) 6
Marc Connors & Uri Becker 6 (7) 2

El resultado era de 6 a 5 y 40 a nada para Marc Connors y Uri Becker. No
supieron rematar la faena.
El resultado era de 6 a 3 en el tie-beack para Marc Connors y Uri Becker. No
supieron rematar la faena.
¿Qué más quieren saber? Nada de lo que les pueda contar puede reflejar lo
sucedido ayer.
Tememos por la salud física y mental de estos dos jugadores, porque es muy
difícil superar lo vivido ayer.

Uno x uno:

- Àlex McSainz: irregular y protestón. Nada nuevo. Sigue viendo todas sus bolas
malas como buenas, y todas la bolas buenas de sus rivales como malas.
Suerte del fair-play de su compañero, en caso contrario, se hubiera llegado a
las manos.
Insistimos en la lamentable preparación física de este jugador. En los segundos
sets se arrastra por la pista en el sentido más literal del término.

- Eduarberg: talentoso. Le ha sentado muy bien la noticia de su futura
paternidad. Si el muchacho hereda la belleza de la madre y el talento del padre,
se hinchará a follar “maduixetes”.
Su paralelo de revés liftado roza la perfección, y aún señalando
anticipadamente a sus rivales con un “te la voy a meter por ahí”, lo cierto es
que lo consigue y algunos aún se están preguntando el cómo, el donde y el por
qué.

- Uri Becker: sensacional primer set en la red, machando a sus rivales gracias al
servicio de su pareja que ayer si funcionó.
Se hundió y desapareció en el segundo.

- Marc Connors: el “tigre de l’hospi“ estuvo soberbio en cuanto al derroche físico.
Cuando sus rivales cantaban los puntos como ganadores a bolas
materialmente imposibles de devolver, ahí aparecía él, raudo y veloz unas
veces, haciendo saltos vertiginosos otras, para terminar sacándose de la
chistera golpes de maestría solvencia.

Habrá revancha, esto no va a quedar así…

Butanito García

El ejército de Pancho Villa

6 6 Alex/Bernat
2 3 David/Uri

No desaprovecha ninguna oportunidad de quedarse con el personal el comité de competición, que programó un duelo insólito en plena recta final de temporada. El cartel era tan sorprendente como incierto el resultado, y el perfil de los contendientes amenazaba con convertir la contienda en una especie de camarote de los hermanos Marx. Sucede que MacSainz y Berni Robredo, acostumbrados a papeles más secundarios, se reivindicaron y dieron el “sorpasso” con una actuación sobria, suficiente para abatir a sus rivales. Desnortado Uricevic y falto de forma Carpin, quién mandó diversos melones al tercer anfiteatro, el primer set se resolvió con una rapidez poco habitual. Conscientes que el asunto pintaba mal, Uricevic y Carpin pasaron a la ofensiva en la siguiente manga, tras sacarse el segundo las legañas de los ojos y conseguir algunos “aces” gracias a su saque, siempre al límite del reglamento, como le tuvo que advertir el juez de silla. Con 2-2 se dirimió el juego clave del partido, que de tan disputado se hizo eterno, casi tanto como el partido de los tres días en la catedral de Wimbledon. Tras despreciar ambos equipos numerosas ventajas, MacSainz y Berni Robredo se llevaron finalmente el gato al agua, al tiempo que sus rivales firmaban su rendición. Convertidos definitivamente en el ejército de Pancho Villa, Uricevic y Carpin tiraron la toalla y empezaron a aflorar los desaires. “No sóc el Correcaminos”, se escuchó que le decía el uno al otro, ante la acusación de jugar andando. Cautivo y desarmado el ejército villano, incluso hubo tiempo de finalizar el partido. Y lo que es mas increíble, la maltrecha raqueta de MacSainz se marchó intacta a casa, sin ir por los suelos ni una triste vez.

Bernat Segurola