6 1 Dani/Berni
1 4 Alfred/David
Ni estarse tres meses sin coger una raqueta, ni la interminable lesión en la muñeca tras su caída de un cocotero, ni la ausencia de pretemporada alguna, ni el estado de shock producido por darse de bruces con un monumental alijo de marihuana, ni la hora y tres cuartos (sí, sí, lo han leído bien, 1 hora y 45 minutos) en el coche para llegar a las instalaciones del Vallparc. Ni Nadalfred ni Marat Carpin. Nada, absolutamente nada ni nadie, pudo frenar a Berni Robredo, que superó todas las adversidades que uno pueda llegarse a imaginar. Había lanzado un aviso a navegantes, volvía con fuerza, pero muchos se lo tomaron a broma, incluso desternillándose los más insensatos. Pero él llegó, se calzó sus zapatillas, saludó a la hinchada y chocó sus manos con Danilovic. Y empezó la exhibición, que culminó con un 6-1 inapelable que dejó en muy mal lugar a sus rivales, incapaces de entender qué carajo estaba pasando, especialmente Nadalfred, poco o nada acostumbrado a recibir rapapolvos de este calibre. La crónica edulcorada de un regreso anunciado acaba aquí, porque lo que vino a continuación estuvo a punto de mandarlo todo al traste. En un sorprendente ejercicio de mutación y generosidad, difícil de entender, los dos equipos intercambiaron sus papeles. Reaccionaron Nadalfred y Marat Carpin como un león herido ante el aturdimiento de Danilovic y Robredo, que volvió a ir por los suelos con una de sus caídas “escarabajo” marca de la casa. Despertó la Bestia, pero era demasiado tarde. Mientras no llegue el crudo invierno, el reloj es implacable.
Bernat Segurola
Publireportaje de Berni Robredo en color y doble fascículo sobre su gesta homérica.
ResponderEliminarResumen: Otros a los que salvó la campana.
Crónica deportiva que no menciona lo que realmente interesa a los aficionados: ¿quién sigue líder? ¿quién? Marc Chang, por si alguien tiene dudas...
Joder, Robredo, et va anar d'un pèl de que us tornen el 6 a 1, no n'hi ha per treure tant de pit, colega...
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