7 (8) 6 Edu/Berni
6 (6) 1 Marc/Uri
A Marc Chang se le empiezan a acumular las derrotas tanto como las nóminas a final de mes. No levanta cabeza el hombre desde el famoso día del pucherazo, y de esto hace ya unos cuantos meses. Parece que algún brujo le ha echado un mal de ojo, entestado desde entonces en hacerle contar sus partidos por derrotas. Quien sea y donde quiera que esté el hechicero en cuestión, ayer le tenía preparada una derrota especialmente cruel, de las que impiden a uno conciliar el sueño. En uno de los sets más igualados que se recuerdan, Marc Chang y Uri Wilander acariciaron la victoria en dos ocasiones. La primera, con 6-5 a su favor en el luminoso y una bola de set que sus rivales salvaron milagrosamente, en un punto inverosímil. Quizá sí que se les apareció la virgen de Fátima en esa jugada a Eduardberg y Berni Robredo, pero en ese mismo momento cruzaron aliviados sus miradas y supieron que aquel partido ya no se les escapaba. Y así fue. Con 6-6 y 6-5 en el tie break, y con el respetable conteniendo la respiración, volvieron a tener su oportunidad Marc y Uri, pero fallaron de nuevo, como estaba escrito en un destino que sus rivales ya conocían. En un final de break vertiginoso, Edu y Berni aguantaron la presión y se hicieron con la victoria. Punto, juego, set... y partido, a la vista de lo que pasó después.
Se desmoronaron Marc y Uri como un castillo de naipes, arrollados sin contemplaciones por unos crecidos Edu y Berni, que no estaban para muchas bromas, pendiente de su gira asiática el primero y acuciado por su sonrojante clasificación el segundo. Así que certificaron su triunfo con un resultado de escándalo en la segunda manga. La zurra no reflejó la igualdad de la contienda, pero fue de tal magnitud que Marc Chang apareció abatido en la sala de prensa. Lejos queda la actitud gallita y desafiante, propia de los chicos forjados en la periferia, que exhibía aún cuando perdía. Ayer no le quedaban fuerzas ni para decirle a Patch, al llegar a casa, que era el vencedor moral.
Bernat Segurola
Doy fe que es la primera vez que veo a un Marc Chang hecho añicos. La mirada perdida en el horizonte y los hombros debajo de las rodillas. Supo que tenía la victória en su Varlion Hi Tech de fibra de carbono, kevlar y baterías de litio, pero falló en los momentos clave. Marc Chang no se encuentra en su mejor momento ya que se le acumulan los problemas, y eso es una losa muy pesada para su juego basado en una vertiginosa velocidad de piernas y unos cojones como un toro.
ResponderEliminarÁnimo campeón, volverás a ser el de antes, no tengo ninguna duda. Quizá la vuelta al circuito profesional de Nadalfred le sirva de revulsivo. Recuerden que éste se ha tomado unas exageradas "vacaciones".
Butanito García
PD: Uricevic realizó una sobervia exhibición en la red el primer set. Lo que hizo en el segundo, "no haze falta dezir nada más"...