Eduardberg & Marc Chang 10
Danilovic & Berni Robredo 7
Jueves 4 de agosto de 2011, 18:30 PM. Marc Chang realiza las pertinentes llamadas telefónicas de confirmación y verificación. Es ya público y notorio que hora y media antes del partido los jugadores siguen sin saber con quién se van a jugar esta vez los cuartos. No vamos a profundizar más en este tema por miedo de cansar a nuestros lectores, pero si esto no es un campeonato amañado que baje Dios y lo vea.
19:30 PM. Pista vacía. Por un costado, Marc Chang intentando realizar el calentamiento. A su lado, Eduardberg con la mirada perdida en el horizonte. Enfrente unos Berni Robredo y Danilovic de cháchara. El simulacro de calentamiento se limita a un intercambio de pelotas bastante desafortunado por ambas partes.
Empieza el partido y un Danilovic muy enchufado acompañado de un Robredo seguro de sus posibilidades atropellan con un parcial de 4 a 0 a unos desconocidos Eduardberg y Marc Chang. El 4-0 se convierte en 6 a 1. Hasta aquí esto es lo que pudo ser una bonita noche de verano para el jugador predilecto de la Federación y el vigente campeón del torneo.
Tres palabras: “traje de faena”. Eduardberg y Marc Chang se enfundan el mono azul de trabajo lleno de grasa y suciedad. No realizan un pádel talentoso precisamente, sobretodo como el que el primero nos tiene acostumbrados, pero su juego se convierte en eficaz. Ganan los puntos y empiezan a ganar los juegos. La remontada asoma la cabeza. Al campeón se le empieza a encoger el brazo y ice-man coge unas de esas pájaras que uno mismo no logra jamás entender. Los 7 juegos seguidos sitúan el marcador en un 8 a 6 a favor del rubio y el tigre de l’Hospi. Robredo, que hacía sólo unos minutos se precipitó, y mucho, vacilando a sus rivales con un “bueno, si queréis vamos pasando para la cena directamente…” mira a Danilovic y le pide explicaciones de lo sucedido. Obtiene el silencio de este por respuesta. El 10 a 7 final pone el colofón a una temporada que se ha hecho muy larga y en la que han sucedido demasiadas cosas.
El fair-play se pudo ver tras el encuentro, cuando los cuatro jugadores, acompañados de amigos comunes ajenos al circuito fueron juntos a cenar a un conocido restaurante de la ciudad condal para terminar haciendo unas copas en el mítico local situado en la plaza con el nombre que describe con precisión lo que necesita este campeonato, una ¡¡¡¡REVOLUCIÓN!!!!
Butanito García
05.08.2011